Entrevista a Karina, trabajadora rural despedida.
- Las trabajadoras rurales de San Patricio del Chañar vinieron organizadas a participar del Encuentro. ¿Qué sucedió cuando quisieron ingresar en los talleres de Mujer y Trabajo Rural?- Cuando llegamos a los talleres, las mujeres de la Comisión de Organización no nos dejaron entrar argumentando que la sala ya estaba llena (había menos de 30 mujeres, sobre todo patronas del campo). Nosotras propusimos que nos trasladáramos a una sala de mayor capacidad para poder debatir entre todas, pero se negaron y nos enviaron a un aula donde luego llegaron unas cinco mujeres más. De esta manera nos aislaron para que nuestras voces no se pudieran escuchar.
- ¿Qué sucedió el segundo día de los talleres?- Algunas compañeras, estudiantes de la Fuba, me ayudaron a entrar a uno de los talleres donde habíamos sido rechazadas el día anterior. La presencia de ellas también había sido cuestionada porque supuestamente no conocían ni podían comprender la temática del trabajo campesino. Así pude participar del debate con otras trabajadoras, en un marco bastante tenso. La coordinadora interrogó a cada mujer sobre la pertenencia a una organización. Nos acusó de estar intentando romper el Encuentro y de defender al gobierno. Las patronas del campo insistían diciendo que ellas ayudaban, que eran buenas con los obreros rurales. Eso es una mentira porque en nuestra lucha nunca estuvieron. Recién pude intervenir sobre el final del taller, antes de que se escribieran las conclusiones porque la coordinadora impulsó (casi obligó) a campesinas chaqueñas para que cada una contara su historia; daba la impresión de que varias no querían hablar, pero fueron presionadas por la coordinadora, que parecía tener autoridad sobre ellas. Cuando finalmente pude hablar señalé que ahora, con la crisis campo/gobierno, parece que recién comenzara el problema, pero ya antes de la crisis las condiciones laborales de obreros y obreras rurales eran desastrosas y nadie nos ayudaba. Además nunca estuvimos incluidos en el reclamo de los patrones del campo. Luego de esto, la coordinadora nos atacó a las mujeres del Plenario de Trabajadoras acusándonos de querer romper el Encuentro. Allí comprendí la importancia de pertenecer a una organización que realmente pelea por los intereses de los trabajadores y no en beneficio de la patronal agraria o de los gobiernos de turno.
- ¿Qué balance hacés de este XXIII ENM?- He sentido que distintas organizaciones trataban de obligarnos a elegir un sector, entre el gobierno y la patronal agraria. Pero nosotras nos hicimos escuchar, rompimos lo que tenían planeado, mostramos lo que realmente pasa en Neuquén. El próximo año, en Tucumán, será una de las mayores luchas, porque allá también hay mucha gente que trabaja la tierra y son desplazados y marginados igual que acá.
- ¿Qué repercusión tuvo en San Patricio del Chañar la intervención de las trabajadoras rurales en el Encuentro?- En Chañar sólo se enteraron las compañeras que conocemos nosotras de las chacras, de la toma, que vimos Paso a las Luchadoras y nos reunimos y hablamos del Encuentro. Ahora nos damos cuenta de que esta desinformación fue a propósito, que les molestaba que las trabajadoras de las chacras fuéramos a contar cómo nos explotan, cómo es nuestra vida. Lo único que se supo fue de las agresiones entre las mujeres de la Marcha y las de la Iglesia católica. Sí rescato como muy importante el acto del que participamos en la fábrica recuperada por los obreros de Zanón, porque allí los medios de prensa se enteraron de nuestros reclamos y vinieron a entrevistarnos.
Marcela H
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