sábado, 27 de febrero de 2010

8 de marzo de 2010

Defendamos a la mujer trabajadora

Este 8 de marzo, las mujeres salimos a la calle mientras la inflación, la carestía, el aumento del precio de los alimentos, los útiles escolares y los alquileres son un ataque cotidiano a nuestras condiciones de vida. Los monopolios de la alimentación y la industria, las grandes cadenas de supermercados, apenas el gobierno les disminuyó los subsidios, trasladaron la diferencia a los productos
para que la pague el pueblo. Los Kirchner saquearon las arcas públicas y el Anses para subsidiar a los capitalistas, permitieronque 40.000 millones de dólares se fugaran del país. Ahora, en plena bancarrota fiscal y con la cesación de pagos en el horizonte, este gobierno en desintegración y sus opositores comparten la receta: usar los recursos nacionales para pagar la deuda externa y reabrir un ciclo de endeudamiento; tarifazos, recortes del gasto público –salud, educación, planes sociales–, despidos y suspensiones; salarios de hambre; represión a los que luchan. Incapaces de superar la crisis capitalista, más allá del palabrerío y los datos truchos del Indec, intentan descargarla sobre los trabajadores. Luchamos por la defensa de cada puesto de trabajo y exigimos la reapertura de las paritarias por un salario indexado igual a la canasta familiar.Cientos de miles de desocupados (15.000 sólo en Buenos Aires) no han sido inscriptos en el punteril Plan Argentina Trabaja, un engendro K para negociar con intendentes y  unteros. Este 8 de marzo nos encuentra a las mujeres piqueteras en un plan de lucha nacional: no permitiremos que la desocupación se adueñe otra vez del país.Sabemos que junto con la miseria se agudizan todas las lacras sociales. Enfrentamos a las mafias de la droga en los barrios y denunciamos que actúan asociadas a la policía. Enfrentamos a las mafias de la trata y la explotación sexual, protegidas por el régimen político y sus fuerzas de seguridad. Nos hemos organizado contra la policía del gatillo fácil y la impunidad. La descomposición social incrementa las violaciones, los asesinatos y la violencia en general contra las mujeres, incluida la que existe dentro del hogar. Llamamos a que las organizaciones obreras y estudiantiles tomen la lucha contra la violencia hacia las mujeres como propia. Exigimos todas nuestras reivindicaciones pendientes: la educación sexual laica, el  acceso universal a la anticoncepción, la legalización y gratuidad del aborto. El gobierno y la oposición avalan la ingerencia clerical  en la salud, la justicia y la educación, que las mujeres pagamos con la vida. El mismo A 100 años del primer Día de la Mujer  trabajadora No al pago de la deuda externa Que la crisis la paguen los capitalistas


PLENARIO DE TRABAJADORASOrganización de Mujeres



Romina Tejerina: siete años presa

El 23 de febrero se cumplen siete años de detención de Romina Tejerina. La lucha por su libertad, encarada por el movimiento de mujeres, sigue plenamente vigente.
Romina cometió infanticidio, abrumada por una violación y un embarazo no querido.
El sistema político y judicial jujeño tomó el caso con particular saña, al punto que el procurador Esteban Righi encontró tantas anomalías en el juicio que recomendó que se anulara. Sin embargo, la Corte Suprema de la Nación confirmó la sentencia del tribunal jujeño.
Romina pasó a ser un caso testigo para la Justicia y para el poder político, que ya nunca más pudieron limitar el infanticidio a un problema de patología individual. Quedó en evidencia que es una tragedia social, producto de las múltiples opresiones que viven las jóvenes, sin educación sexual, sin acceso a la anticoncepción, sin derecho al aborto. En muchos casos de infanticidio posteriores, los jueces dictaron la absolución.
El intento de quebrar a Romina se mantiene día a día. A las trampas de la Justicia y a las exhortaciones del obispo para que “se arrepintiera” y no apelara la sentencia, se suman los aprietes del Servicio Penitenciario, que obstaculiza su derecho a estudiar, a trabajar y a la atención médica y psicológica. Los aprietes recrudecieron después de que la Corte confirmó la condena. El Servicio Penitenciario manipuló a otras internas para que agredieran a Romina y terminaron sancionándola y abriéndole una causa. Se proponen retrasar las salidas a las que tiene derecho quien cumplió ya la mayor parte de la condena.
Las severas requisas en el penal someten a un trato vejatorio a las visitas. Se proponen aislar a las internas, que queden a merced de los penitenciarios. En el caso de Romina, se impide el ingreso a los docentes que la preparan para el ingreso en la Facultad de Derecho. Para el movimiento de mujeres, la condena a Romina es un crimen social y el Estado el primer responsable de lo sucedido. Y lo hemos manifestado en cada uno de los Encuentros Nacionales de Mujeres y en múltiples marchas y actividades.
El 23 de febrero a las 16 horas, las mujeres nos concentramos en la Casa de la Provincia de Jujuy –Santa Fe y Pellegrini– y de allí marcharemos hasta Callao y Corrientes.
Vamos por la libertad de Romina. Responsabilizamos al gobierno por su integridad. Por la educación sexual laica, por el acceso a la anticoncepción gratuita. Por el derecho al aborto.

Plenario de Trabajadoras

 

 

TUCUMAN

Contra las redes

Plenario de Trabajadoras de Tucumán

El miércoles 10, el Plenario de Trabajadoras participó de una acción pública convocada por la agrupación Las Lilith, integrantes de la campaña nacional “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución”, en la peatonal. Entre las consignas de la jornada se reclamaba: la aparición con vida de Andrea Noemí López, Rosana Maricel Duarte y de todas las mujeres desaparecidas en las redes de prostitución, cárcel a los pronexetas y sus cómplices, derogación de los códigos contravencionales que persiguen a las mujeres en situación de prostitución. La atención que despertaba en las mujeres y familias que pasaban demuestra que es un problema sentido en amplios sectores de la población, en una provincia señalada como un lugar de reclutamiento de las redes de trata.
La importancia de esta actividad realizada en forma conjunta reside en la necesidad de aunar las fuerzas para luchar contra los flagelos que deben enfrentar las mujeres trabajadoras en esta sociedad. Sobre la base de acuerdos podemos avanzar en las reivindicaciones del movimiento de mujeres.
La coordinación y organización de una gran jornada para el 8 de marzo es la tarea que sigue.

Alejandra