martes, 11 de junio de 2013

UBA - ¿Década ganada? Las agrupaciones K son rehenes de un Estado que le niega los derechos a las mujeres

La flamante Secretaria General K de la FUBA ha echado lastre rápidamente. 

Los voceros oficialistas que concluyeron que el Congreso de la FUBA había “confirmado un avance de los K en el movimiento estudiantil de la UBA” deberán explicar por qué entonces las agrupaciones estudiantiles K se encuentran completamente por fuera de la organización de las actividades que viene impulsando la FUBA, y las resoluciones de su Congreso; un ejemplo es la Jornada de Lucha por los derechos de la Mujer que la FUBA ha convocado para el sábado 15 de junio. Es llamativo, dado que el gobierno nacional proclama avances en este terreno. Sin embargo los secretarios generales ni se han acercado a las reuniones de organización de la Jornada que convocaron a todas las organizaciones estudiantiles y de mujeres de la universidad. Brillaron por su ausencia en la reunión Representativa que votó la Jornada.  

La Comisión de la Mujer de la FUBA adoptó como ejes para la Jornada la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, el desmantelamiento de las redes de trata, para terminar con violencia contra la mujer y por trabajo y estudio digno y en condiciones. Sucede que mientras estas agrupaciones repiten el discurso oficial sobre la “década ganada”, en los hechos nada tienen para reivindicar frente al movimiento de mujeres que impulsa estos reclamos. 

Las agrupaciones K que proclaman encarnar la militancia de la juventud son rehenes de un Estado que le niega los derechos a las mujeres y ha entregado a la Iglesia católica la educación sexual y el tutelaje sobre la maternidad de millones de mujeres trabajadoras. Los K que proclamaron que sus dos secretarias permitirían ahora “incorporar a la agenda del movimiento estudiantil a los grandes debates de la sociedad argentina” son incapaces de asomar la nariz para debatir absolutamente nada.

Lejos de esta tesis interesada e insostenible en la realidad, los K no hacen pie en el movimiento estudiantil que los reconoce como los responsables de la decadencia educativa. 

Lo mismo sucede en el plano de los derechos de las mujeres: mientras la FUBA organizaba la Jornada de lucha, la campaña de Nuevo Encuentro de difusión del aborto ilegal con misoprostol fue fuertemente criticada entre los estudiantes y el movimiento de mujeres en las facultades de la UBA. 

Sumergidos en el relato oficial, los únicos que se distancian cada vez mas de los estudiantes son las agrupaciones K.