viernes, 6 de noviembre de 2009

Sobre el Encuentro Nacional de Mujeres

En el Encuentro de la Mujer


Como parte de la delegación de la Fuba, viajé al Encuentro de Mujeres realizado en Tucumán, participando de una de las tantas comisiones de Salud y Mujer.



En ésta, tuve la suerte de no encontrarme con lacayos del arzobispo ni “militantes” del clero, pero sí con una coordinadora del PO de Tucumán, quien defendió el taller, el Encuentro y los derechos de las mujeres ante la burocracia organizativa en manos del PCR y los ataques constantes hacia los reclamos legítimos de las mujeres de todo el país, que viajaron a este Encuentro. Gracias a ella pudimos votar (algo muy raro, ya que los estatutos del Encuentro, cumplidos a rajatabla por las militantes del PCR, no permiten las votaciones democráticas) todas las resoluciones llevadas por la Federación, como también otras propuestas de activistas de distintos lugares del país, tanto de sectores de salud como de educación. Logramos, entre todas las presentes en la comisión (¡todas luchadoras!), votar también exigirle a la CTA y la CGT un paro nacional apoyando a los trabajadores de Terrabusi, a los autoconvocados de la salud de Tucumán y todas las luchas actuales y futuras, como también el repudio a los actos de la Iglesia y la expulsión inmediata de la institución opresora por excelencia del Encuentro.



Este correo es sólo para demostrar que por más que quieran interrumpir y meterse en la organización de las mujeres luchadoras, la Iglesia y el Estado no lograron romper la unidad en muchos de los talleres. Las compañeras de la Fuba que estuvieron conmigo, y yo personalmente, disfrutamos mucho la comisión que nos tocó, sacamos muy buenas conclusiones y nos llevamos la mejor de las experiencias.



Este es un agradecimiento especial a Florencia y Gabriela, compañeras del Plenario de Tucumán y Neuquén, respectivamente, que mantuvieron el debate constante dentro de las razones por las que nos reunimos y no dejaron de luchar por la organizacion y unidad de las mujeres frente a el constante hostigamiento de las organizadoras del PCR, que no podían esconder su apoyo a la Iglesia a la hora de intentar romper la unidad en nuestro taller.



¡Para que la Iglesia sea expulsada imediatamente de los Encuentros!



¡Porque las mujeres nos sigamos organizando para lograr cumplir nuestros derechos y no permitir la opresion del Estado, la Iglesia o ninguna institución opresora y explotadora!



Laura

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