viernes, 6 de noviembre de 2009

A la revolucionaria internacionalista

A la revolucionaria internacionalista


Querido Rafael Santos



Querido compañero Jorge Altamira



Queridos compañeros y queridas compañeras del Partido Obrero



Todos los compañeros del EEK, particularmente algunos de nosotros, tal como Katerina Matsa y yo, que tuvimos una larga y estrecha relación, tanto en lo personal como en lo revolucionario con la compañera Ana, recibimos con enorme tristeza su pérdida irremplazable. Es imposible encontrar las palabras justas que expresen nuestros sentimientos hacia esta ejemplar luchadora trotskista e internacionalista, enteramente dedicada a la lucha para la transformación revolucionaria del mundo y de la emancipación humana universal mediante la construcción de la Cuarta Internacional por la victoria de la revolución socialista mundial.



Ana, a pesar de la terrible experiencia de su enfermedad, permaneció hasta último momento en el frente de batalla por nuestra causa. Recordaré por el resto de mi vida la última vez que la encontré en ocasión del Congreso del Partido Obrero en el año 2009. Debatimos acerca de los problemas de la revolución mundial, de la rebelión en Grecia, incluso hablamos sobre poesía. No desperdiciaba un solo minuto del tiempo próximo a la muerte. Por esta razón, transformó incluso su desaparición en una victoria de la vida –la vida liberada de todos los seres humanos explotados, oprimidos y humillados por el capitalismo mundial.



Katerina y yo tuvimos el privilegio de hospedarla, junto con Rafael y Jorge, en Atenas, en enero del año 2000, en los comienzos del nuevo siglo, durante la fundación del Congreso del Centro Socialista de los Balcanes “Christian Rakovsky”, en el período siguiente a la destrucción de Yugoslavia por la guerra de la OTAN. Compartimos las dificultades y los dolores del parto de la creación de un nuevo reagrupamiento de internacionalistas, no sólo en los Balcanes sino sobre todo, en forma internacional de la refundación de la Cuarta Internacional.



Los nueve años siguientes, a pesar de la distancia, en muchas oportunidades, intercambiamos noticias, puntos de vista políticos, poemas y música. Aun dentro de la tristeza no dejamos de escuchar nuevamente su último regalo: un CD con tangos en yidddish…



Enviamos a ti Rafa, a ti Jorge y a todos los compañeros del Partido Obrero no sólo nuestras profundas condolencias, sino también la convicción que Ana, La Internacionalista, vivirá por siempre en la lucha de la revolución mundial.



¡Hasta la victoria siempre!



¡Viva la Cuarta Internacional!



¡Compañera Ana de Once presente!



Savas Michael-Matsas y Katerina Matsa De parte de todo el EEK

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