El 23 de febrero se cumplen nueve años de detención de Romina Tejerina. La lucha por su libertad, encarada por el movimiento de mujeres, sigue plenamente vigente.
Romina cometió infanticidio, abrumada por una violación y un embarazo no querido.
El sistema político y judicial jujeño tomó el caso con particular saña, al punto que el procurador Esteban Righi encontró tantas anomalías en el juicio que recomendó que se anulara. Sin embargo, la Corte Suprema de la Nación confirmó la sentencia del tribunal jujeño. Es perseguida desde hace años por un sistema penitenciario, judicial y político que obstaculiza, con más de la mitad de la sentencia cumplida, su derecho a la libertad condicional.
Su injusta condena, ratificada por la Corte Suprema kirchnerista, se agrava con los maltratos y abusos físicos y psicológicos de los que es objeto en prisión, mientras el violador sigue impune, y las condiciones que llevaron a Romina a la cárcel se reproducen para miles de mujeres cotidianamente.
Con el gobierno de Cristina se ha profundizado el abandono y desprotección de miles de mujeres, así como la injerencia del clero en el Estado. El caso de Romina es expresión de una verdadera tragedia social que se agudiza día a día: la violencia y los abusos contra las mujeres perpetrada en todos los ámbitos: social, doméstico, laboral. La incapacidad de acceder a una educación sexual laica, anticoncepción gratuita y el derecho al aborto, empuja a miles de mujeres a la desesperación y a la muerte. El caso de Romina lo pone de manifiesto y por ello se ha convertido en bandera de lucha para todo el movimiento de mujeres en los últimos nueve años. También por ello el enseñamiento del Estado con Romina pretende ser un castigo “aleccionador” para todas las mujeres que denunciamos y nos organizamos contra la violencia y opresión a la que somos sometidas bajo el régimen capitalista. La Iglesia es parte interesada en la culpabilización de las víctimas y desde el primer momento ha levantado el “dedo inquisidor” contra Romina, porque predica la subordinación y la humillación de las mujeres. Cristina se ha subordinado a sus dictados oscurantistas y su gobierno profundiza un régimen de agresión contra los intereses y los derechos de las mujeres en nuestro país.
La lucha por la libertad de Romina sigue plenamente vigente. Responsabilizamos a los Gobiernos nacional y provincial por su integridad física y psicológica. Exigimos educación sexual laica, acceso a la anticoncepción en todos los hospitales. Por el derecho al aborto legal, seguro libre y gratuito. Basta de violencia contra las mujeres.
Organización de Mujeres
PLENARIO DE TRABAJADORAS
Secretaría de la Mujer - FUBA
1 comentario:
Romina
Nadie oyó (o no quiso oír) tus gritos
la noche en que el dolor te apareció.
Cuando hicieron del dolor martirio
y en tus sienes algo puro se quebró.
Una piba de bailanta. (Otra de tantas).
¿Quién te cree? –Dijo impune el violador-
En la noche se perdió tu voz de auxilio.
Nadie oyó (o no quiso oír) tu voz
No hubo mar de agua bendita en tu alma herida.
No hubo juez que investigara al violador.
No ocupaste la portada en los periódicos.
No hubo juicio ni castigo al cruel traidor
Viste sombras ir creciendo en tus entrañas.
Viste un sueño con la cara del dolor.
Te tomaste el camino más oscuro
y el horror pudo mas que tu razón.
Solo entonces se escuchó la voz de aquellos
que deciden como hay que hacerlo o no.
Que prefieren la miseria al aborto.
Que predican la cristiana concepción.
Se escuchó la cruel sentencia que esperaban.
Se abrazaron luego el juez y el violador.
En tu celda vos purgas doble condena.
Prisionera de la ley de Monseñor.
(Canción de La orquesta roja)
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