Aunque el gobierno nacional se comprometió ante
Este cuadro se ve agravado por la
alianza del gobierno kirchnerista con la iglesia católica que se ve expresada
en varios aspectos, uno de ellos la salida de circulación de la agitada reforma
del Código Civil y Comercial, que aunque mantenía en su articulado la supuesta “defensa de la vida desde la
concepción” , también planteaba una política sobre el uso de embriones o la
defensa del matrimonio igualitario que no era del agrado de la Iglesia y por eso se
retiró de circulación la reforma kirchnerista.
El debate definitivamente no es
“aborto si, aborto no”, sino si el aborto debe seguir siendo un tema oculto, clandestino, una práctica condenada
socialmente sobre lo que no se habla con médicos ni en ningún ámbito público,
aunque se practica de forma masiva por decisión personal de la mujer o por necesidad
impuesta socialmente: trabajos precarios de los que expulsan a mujeres
embarazadas, embarazos no aceptados en el núcleo familiar, situaciones de
violencia doméstica, desconocimiento sobre métodos anticonceptivos o
violaciones. Se producen también abortos “espontáneos” cuya espontaneidad no es
tal, si tenemos en cuenta que la causa, en la mayoría de los casos, son las
malas condiciones de trabajo o la violencia de género.
El escenario actual de ilegalidad
beneficia a muchos sectores: en primer lugar a los que lucran con el cobro de
importantes sumas de dinero para practicar abortos quirúrgicos y a los que
lucran con el aborto químico.
Pero fundamentalmente, la prohibición
del aborto produce un escandaloso fenómeno de disciplinamiento social contra
las mujeres, a las que se les niega el derecho a decidir sobre sus cuerpos,
habilitando al estado y a otras instituciones a tomar decisiones sobre el
cuerpo de las mujeres, un acto de violación de los derechos individuales de las
personas que no tiene parangón en este régimen social.
Quienes dicen oponerse a la
legalización del aborto por estar en contra de su práctica, en realidad
favorecen el sistema actual en el que se producen miles y miles de abortos.
El Frente de Izquierda y de los
trabajadores es la única lista de alcance nacional, con posibilidades de
ingresar varios diputados al Congreso, que levanta en su programa la defensa
del aborto legal, seguro y gratuito y que impulsa la lucha por este derecho en
las calles, en los barrios, en los lugares de trabajo y en los lugares de
estudio.
El Frente de Izquierda es la única
fuerza nacional que lucha por el derecho a la vivienda, el trabajo en blanco,
el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, a la educación sexual
y por el derecho a un sistema de salud integral y gratuito que cubra todas las
necesidades de la población.
En las próximas elecciones votar al Frente de Izquierda y de los
Trabajadores es votar por tus derechos.
Plenario de Trabajadoras
Partido Obrero en el
Frente de Izquierda
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