La muerte de una niña de 13 años por un aborto clandestino puso el debate por el aborto legal en otra dimensión. El gobierno provincial se vio obligado a publicar las cifras de abortos que ingresan en el hospital Materno Infantil: 1.759 casos este año, de los cuales 65 eran menores de 16 años; 265 de de 17 a 19 años; 1.211 de 20 a 25 años y 260 de 26 años en adelante. Como se ve, las cifras resultan escalofriantes, ya que corresponden a un solo hospital y no están los datos de los del interior -además de ser sólo los casos que llegan al hospital público, porque el aborto ha salido mal y corre peligro la persona.
El ministro de Salud, Chagra Dib, se pronunció en contra del aborto legal porque considera que, dentro de todo, "estamos bien". La primera medida tomada por el Estado fue criminalizar a los médicos por no denunciar el caso y también a la familia, ya que fue detenida la madre de la niña. Estas son las derivaciones legales del verdadero problema: es que en Salta, como en el país, el aborto es un delito, lo que lleva a que se judicialice incluso a los médicos que ayudan a la niña o mujer que llega con un cuadro de septicemia, con el motivo de investigar cómo es que la muerta accedió a una práctica ilegal. En el caso mencionado, la niña llegó con un cuadro grave primero a una clínica, desde donde la derivaron al hospital público. En la cobertura mediática, la muerte de la niña deja de ser el eje y el interés periodístico se traslada a la noticia policial del delito y los nombres de los médicos que la atendieron, lo que alimenta la presión para que estos casos no sean atendidos ni en las clínicas ni en los hospitales públicos. Finalmente, si la niña no hubiera muerto, la esperaba un proceso penal... ¿o no se está investigando a la madre?
Cristina y Urtubey son los responsables de esta muerte. Son los diputados oficialistas quienes impiden el tratamiento de los proyectos de despenalización y de legalización del aborto. Es Urtubey con su educación religiosa y su rechazo a la educación sexual en las escuelas. Porque Urtubey asegura que hay que reforzar la "recuperación de los valores de la familia" a través de la educación, por eso rechazó las cartillas de educación sexual enviadas por la Nación al considerar que tienen una visión de género "excesiva". Sobre la muerte de la niña, sólo dijo que se está investigando el delito y que la sociedad argentina no esta madura para debatir el aborto legal. ¿Cuántas niñas deberán morir para que Cristina y Urtubey consideren que la cifra muestra la necesidad de legalizar lo que ya existe para bajar la mortalidad de las mujeres?
Como se ve, es más que justa la consigna de la legalización del derecho al aborto seguro, legal y gratuito en los hospitales públicos, la educación sexual en las escuelas y el acceso universal a los métodos anticonceptivos. Además de la separación de la iglesia del Estado, no sólo porque atenta contra el pensamiento científico, contra la educación pública, contra los derechos civiles de la población, sino que lleva a la muerte.
¡Más que nunca, ninguna muerte más por aborto clandestino!
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