El viernes 27 de agosto a las 16 hs. el Plenario de Trabajadoras realizará una concentración y radio abierta frente a la Embajada de Irán para reclamar la inmediata libertad de la mujer iraní Sakineh Mohamadi Ashtiani, condenada a lapidación por el régimen despótico de los ayatollas, acusada de cometer adulterio.
En el marco de una campaña internacional donde ya se han manifestado decenas de organizaciones sociales y políticas por su libertad, la Organización de Mujeres Plenario de Trabajadoras da inicio a una campaña en nuestro país para recoger la solidaridad y desarrollar acciones de lucha en el camino de lograr su inmediata libertad.
Denunciamos que Ashtiani es víctima de un régimen de opresión que tiene como blanco de ataque fundamentalmente a las mujeres y la población pobre. La mayoría de los condenados a muerte en Irán son campesinos. El abogado de Ashtiani, que debió huir de Irán, ahora exiliado en Noruega, denuncia que la confesión de Ashitiani fue arrancada por medio de la tortura. Según Amnistía Internacional, actualmente al menos siete mujeres y dos hombres están expuestos a ser lapidados.
Queremos repudiar al mismo tiempo cualquier intento de utilizar la causa de Ashtiani para justificar un ataque contra Irán por parte del imperialismo, el cual terminará sin dudas en la muerte masiva de iraníes, como ocurre en Afganistán, Irak y hasta Colombia.
Hasta ahora la ejecución de Ashtiani está suspendida, pero el gobierno de Irán rechazó la propuesta brasileña de asilar a la condenada y el caso está en revisión. Los hijos de Ashtiani han advertido que mientras no exista una declaración expresa de la Magistratura iraní que anule la sentencia, Ashtiani puede ser asesinada en cualquier momento.
Reclamamos la libertad inmediata la iraní Sakineh Mohamadi Ashtiani, el derecho al asilo para ella y sus hijos y el cese de violencia estatal sobre las mujeres iraníes
Organización de Mujeres Plenario de Trabajadoras
Cita: viernes 27 de agosto, 16 hs, Av. Pte. Figueroa Alcorta 3229, Embajada de Irán
Teléfonos de contacto
Vanina Biasi 15 5 485 9472
Mariela Solesio 15 3 165 1297
Olga Cristóbal 15 5 417 7286
La ejecución de Sakineh Mohammadi Ashtiani “está en espera”. Aunque Irán rechazó tanto la oferta brasileña de asilar a la condenada como la interferencia externa “en sus asuntos judiciales, y menos ante un asesinato”, suspendió la lapidación durante el mes santo musulmán, el Ramadán, y envió el caso a revisión judicial.
Según la ONG Avaaz, que nuclea organizaciones derecho humanistas y es uno de los motores de la campaña por la libertad de Sakineh, el régimen acusó el impacto de las críticas de Brasil y Turquía (el primer ministro, Recep Ergodan, se mostró en televisión con una foto de Sakineh). También, según Avaaz, procedió a revisar las condenas de otras dos mujeres.
El abogado de Sakineh, Mohammad Mostafei, exiliado en Noruega después de que lo citaran los servicios iraníes y detuvieran unos días a su esposa y su cuñado, también cree que “la Justicia y -más importante- el gobierno iraní decidirán no concretar la pena de muerte”. Sin embargo, reclamó que la opinión internacional se mantenga alerta (AP, 18/8).
Mostafei, conocido en su país por defender jóvenes “delincuentes” condenados a muerte, en general campesinos muy pobres y analfabetos, ha conseguido medio centenar de indultos en el pasado. Esta semana, Mostafei informó que otro cliente suyo acaba de ser condenado a muerte por sodomía. Ebrahim Hamidi, de 18 años, fue sentenciado sin pruebas, sobre la base de “la sabiduría del juez”. Las leyes iraníes autorizan la condena de un joven violado si el tribunal decide que “disfrutó” de la experiencia.
El brutal régimen iraní ha dado pie para que exhiban credenciales humanistas desde Obama y el británico Cameron -que bombardean a miles de Sakineh en Afganistán y están discutiendo cuándo hacer lo mismo con Teherán- hasta Carla Bruni, la esposa del deportador de gitanos y asesino de los jóvenes migrantes de las barriadas parisinas.
Denunciamos su hipocresía pero llamamos a responder al estremecedor “llamamiento al mundo” difundido por los hijos de Ashtiani, que advierten que mientras no exista una declaración expresa de la Magistratura iraní que anule la sentencia, Sakineh Mohammadi Ashtiani puede ser asesinada en cualquier momento.
Sakineh Ashtiani
La ejecución de Sakineh Mohammadi Ashtiani “está en espera”. Aunque Irán rechazó tanto la oferta brasileña de asilar a la condenada como la interferencia externa “en sus asuntos judiciales, y menos ante un asesinato”, suspendió la lapidación durante el mes santo musulmán, el Ramadán, y envió el caso a revisión judicial.
Según la ONG Avaaz, que nuclea organizaciones derecho humanistas y es uno de los motores de la campaña por la libertad de Sakineh, el régimen acusó el impacto de las críticas de Brasil y Turquía (el primer ministro, Recep Ergodan, se mostró en televisión con una foto de Sakineh). También, según Avaaz, procedió a revisar las condenas de otras dos mujeres.
El abogado de Sakineh, Mohammad Mostafei, exiliado en Noruega después de que lo citaran los servicios iraníes y detuvieran unos días a su esposa y su cuñado, también cree que “la Justicia y -más importante- el gobierno iraní decidirán no concretar la pena de muerte”. Sin embargo, reclamó que la opinión internacional se mantenga alerta (AP, 18/8).
Mostafei, conocido en su país por defender jóvenes “delincuentes” condenados a muerte, en general campesinos muy pobres y analfabetos, ha conseguido medio centenar de indultos en el pasado. Esta semana, Mostafei informó que otro cliente suyo acaba de ser condenado a muerte por sodomía. Ebrahim Hamidi, de 18 años, fue sentenciado sin pruebas, sobre la base de “la sabiduría del juez”. Las leyes iraníes autorizan la condena de un joven violado si el tribunal decide que “disfrutó” de la experiencia.
El brutal régimen iraní ha dado pie para que exhiban credenciales humanistas desde Obama y el británico Cameron -que bombardean a miles de Sakineh en Afganistán y están discutiendo cuándo hacer lo mismo con Teherán- hasta Carla Bruni, la esposa del deportador de gitanos y asesino de los jóvenes migrantes de las barriadas parisinas.
Denunciamos su hipocresía pero llamamos a responder al estremecedor “llamamiento al mundo” difundido por los hijos de Ashtiani, que advierten que mientras no exista una declaración expresa de la Magistratura iraní que anule la sentencia, Sakineh Mohammadi Ashtiani puede ser asesinada en cualquier momento.
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