Marcha por el aborto legal
Defendamos a la nena de Mendoza
El mensaje es terrorífico: si una madre denuncia que su hija fue violada y pide un aborto terapéutico, probablemente le quiten la tutela. Es lo que hicieron en Mendoza con una nena de 12 años, violada por su padrastro, para obligarla a continuar el embarazo. El juez Germán Ferrer la internó en el Hospital Notti. Como no podía argüir razones de salud (causal de aborto terapéutico) dijo que "resguardaba su intimidad". En el hospital, la nena fue manipulada por el Grupo de Alto Riesgo (GAR), que responde al gobierno de Celso Jaque, enemigo declarado del aborto no punible (Los Andes, 4/9). Además, agentes del clero entraron en el hospital y la aterrorizaron con imágenes de fetos mutilados. Personal médico amenazó a la madre. "Aislada y aterrorizada", la nena habría dicho que no quería abortar. Como la mamá -una obrera rural de Guaymallén que denunció la violación y reclamó un aborto terapéutico- exigió la externación e insistió con el aborto, el juez le quitó la tutela (Uno, Los Andes, 5 al 9/9).
El Código Penal dice que los abortos terapéuticos son asunto médico (ni ético ni judicial) y la jurisprudencia lo corrobora. Pero Ferrer convocó al Comité de Bioética del hospital y a una comisión de notables que deliberaron semanas. Cuando trascendió que la nena ya no quería abortar, declinaron dar su opinión. Mientras la nena quería abortar, la decisión era de ellos. Cuando dijo que no, alcanzó con la opinión de una menor engañada por fanáticos religiosos. La mayoría del Comité de Bioética del Notti dirige el Instituto de Bioética de la Universidad Católica.
Mendoza actúa en línea con la política retrógrada del kirchnerismo, que en cinco años hizo aumentar la muerte materna a 49 cada cien mil, un índice que ubica al país entre los tres peores de la región. El aborto es la primera causa de muerte materna y de ocupación de camas hospitalarias femeninas, pero la ministra de Salud, Graciela Ocaña, dice que es cuestión de "política criminal".
En agosto, otro hospital mendocino, el Lagomaggiore, se negó a interrumpir el embarazo de otra nena (13), violada por el padre. La Campaña por el Derecho al Aborto "se puso en contacto con la ministra Ocaña para pedirle que facilitara la atención en otro hospital público. La respuesta de Ocaña fue negativa" (Página/12, 4/9). La Campaña ocultó esta situación... ocurrida durante el Encuentro Nacional de Mujeres. Un ejemplo de cómo entienden el consenso, la democracia y el horizontalismo. La nena tuvo un aborto espontáneo y "ahora la Justicia está acosando a la familia". La Campaña no asistió al acto frente a la Casa de la Provincia en Buenos Aires en defensa de la nena y su mamá. Antes, suspendió el acto al que había convocado frente al hospital. "Desistieron al enterarse de que grupos fundamentalistas habían acercado folletos sobre el aborto. ‘No queremos confrontar'", dijo una vocera (Los Andes, 7/9). Sin "confrontar" con el gobierno y la Curia no se va a ningún lado, excepto a tomar té con Ocaña.
Las estadísticas oficiales confirman que la vida de la nena corre peligro. En los últimos cinco años, nenas de entre 9 y 14 años murieron por aborto clandestino o en el parto. El ministerio reconoce que el embarazo infantil cuadruplica el riesgo del embarazo adulto. El 25 de agosto, una nena (14) murió en la sala de partos del hospital de Viedma (Diario de Río Negro, 27/8). Hay otras consecuencias dramáticas: en agosto hubo cinco casos de infanticidio de madres-niñas o adolescentes (La Pampa, La Plata, Guaymallén y dos en Alto Valle).
El gobierno alienta el avance de la Curia. En Corrientes internaron a dos nenas (11 años) hasta que el embarazo fue irreversible. Ahora le quitan la guarda a la madre. La sujeción al clero del kirchnerismo y la oposición es mortífera para las mujeres. El gobierno suspendió la entrega de anticonceptivos. ¿Existe promoción más efectiva del embarazo no deseado y del aborto, de la muerte materna? Es hora de decir ¡Basta!
El 29 de septiembre, organizaciones de mujeres, estudiantiles, trabajadores de la salud y la educación, sindicatos antiburocráticos exigiremos que se garantice el aborto terapéutico y se restituya la guarda a la mamá.
Fuera el clero del hospital público. Separación de la Iglesia y el Estado.
Educación sexual laica y científica. Acceso universal y gratuito a la anticoncepción. Aborto legal, seguro y gratuito en todos los niveles del sistema de salud.
Olga Cristóbal-Plenario de Trabajadoras
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